El desierto de Europa, abandonado, sin explotar, sin visitar, sin valorar.
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Pues allí íbamos nosotros, a pasar nuestra Semana Santa, sin santos, ni gentes, sin cristos de madero ni árboles, sin cirios ni velorios, sin farolas.
Con unas moles como edificios, aislados, quebrantables, creciendo o menguando dependiendo de la lluvia o el viento, que dirían los antiguos... Y yo porqué me habría de impresionar por el "skyline" de vuestra ciudad si yo nací en los Monegros.
fenomenales. Enhorabuena. Es que los monegros son los monegros!!!!, y y tu un buen fotógrafo. ...y de que parte de los monegros eres???
ResponderEliminarJaja, era una manera de hablar, en sentido figurado, como esas figuras de roca que parecen tener una vida. Pq será que los humanos nos proyectamos en tantos motivos de ls naturaleza?
EliminarLe tengo ganas a Los Monegros. Paso a menudo y siempre noto cierta atracción. Gracias por acercarnos lo.
ResponderEliminarPues vale la pena pararse y entrar para descubrir rincones espectaculares
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EliminarLa parte de mi provincia que menos conozco, y cuando paso alguna vez en primavera por allí me parece preciosa. Qué lástima que salga tan poco de mi zona de confort.
ResponderEliminarPues sin duda, Chabier... No lo dejes por mucho tiempo. Ahora quizás ya da un poco de palo por el calor, pero en otoño, para septiembre u octubre, un paseo por los montes de Jubierre y, sobretodo, la Gabarda son un bálsamo para la purificación de paisajes manidos y aborrecidos... Yo tengo unas ganas tremendas de volver ^.^
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